No es tan turístico como pueden ser Bilbao o San Sebastián, pero hay mucho que ver en Vitoria. Vayamos a dar una vuelta por la capital alavesa y os enseñare lo que no tenéis que perder.
Comenzaremos nuestra visita temprano, ya que tenemos mucho que ver en Vitoria. La primera parada será el precioso museo de Bellas Artes.
El palacio de Augustin-Zulueta fue construido a principios del siglo XX, en lo que se conoce como el paseo de la senda. Hoy en día, después de la reforma de hace unos años, alberga una interesante colección de arte vasco, sobre todo del periodo 1850-1950.
Justo en frente encontraremos el palacio de Ajuria Enea, la residencia oficial del lehendakari. Este palacio construido en 1920, es un referente en arte neo vasco, tal y como se puede comprobar en su fachada.
Su acceso no está permitido.

Si continuamos por el paseo de la senda, pasaremos al lado del palacio de Zulueta, entre otros. Esta peatonal es muy típica entre los vitorianos para una caminata tranquila. Podremos ver varios palacios y mansiones del siglo XX. Al final de la calle llegaremos al parque de la Florida.
Es el pulmón verde de la ciudad, creada cerca del año 1820. Con el paso del tiempo ha ido creciendo en tamaño alrededor del quiosco de música. Hoy en día es un enorme parque lleno de coníferas, castaños y otros árboles.

Siguiendo nuestra ruta, a unos pasos nos encontraremos con la entrada de la Catedral Nueva de Vitoria. Aunque su construcción se inició en 1904, no se inauguró hasta 1969 tras varias interrupciones.
La catedral presenta un estilo neogótico, aunque muy distinto a su diseño original. En su interior se puede ver una maqueta.
Lo que me resultó más bonito fue la visita a la azotea, ofreciendo unas buenas vistas de la capital desde los 22 metros.
En la visita guiada también os llevarán a la cripta, una de las zonas más importantes de la catedral.
Seguidamente enfilamos la calle Prado hasta vernos en la mitad de la plaza de la Virgen Blanca. Si quedáis con alguien de Vitoria, aquí os reclamarán. Es el centro de la capital, lugar de reunión de amigos y donde cada Agosto Celedón desciende con su paraguas.
Hace siglos esta plaza se situaba fuera de las murallas que cubrían las calles del casco antiguo. Con la fundación del convento de San Antonio en 1608, la plaza quedó protegida con la muralla. Tras varios cambios de nombre, en 1901 pasó a llamarse «Plaza de la Virgen Blanca».
COMER

Subimos desde la plaza de la Virgen Blanca hacia Machete Plaza, la puerta de entrada al casco viejo. Cogemos la calle de la izquierda, Euskaldun Berria Plaza y seguimos rectos hasta ver el Palacio Escoriaza-Esquivel.
Este palacio es uno de los mejores ejemplos del renacentismo que podemos encontrar en el País Vasco. Si tenéis oportunidad de visitarlo por dentro, admirar el espectacular patio interior.
Solo dejan visitarlo cuando hay alguna exposición.
Y a pocos metros hacia delante, llegaremos a la catedral de Santa María, una de las visitas obligadas de todo lo que hay que ver en Vitoria.

La catedral gótica fue construida en el siglo XIII en el punto más alto de Vitoria. En 1862, con la fundación de la diócesis de Vitoria, se distingue como catedral.
En 1994 se decide cerrar al público para llevar a cabo las obras de restauración y remodelación del complejo. Por suerte, se pueden reservar visitas guiadas que nos llevarán por todo el edificio.
La visita comienza en los cimientos que sustentan el peso de la catedral. Después de ver un vídeo explicativo breve, la guía explica muy bien como fue el nacimiento de Vitoria y la construcción del edificio. Se visita el foso, el interior de la iglesia, te suben a las obras de restauración con el casco en la cabeza y se termina la visita subiendo a la torre y admirando las vistas del casco antiguo. Muy recomendado.
Vistas del casco viejo

Más tarde, y sin salirnos del casco viejo, a un par de calles más abajo encontraremos el museo de naipes. Se encuentra en el palacio de Bendaña, exactamente en la calle de Cuchillería.
El palacio se construyó en el siglo XVI, su interior es de arquitectura renacentista y hoy en día alberga el museo Fournier. Gracias a la donación de Heraclio Fournier de su colección privada de naipes, el museo posee una de las 5 mejores colecciones de naipes del mundo.
Finalmente y para terminar con todo lo que tenemos que ver en Vitoria, nos falta Artium. Desde 2002 Vitoria acoge el museo de arte moderno Artium.
Entre las 3000 piezas de su colección podréis admirar obras de Picasso o Dalí entre otros.
CENAR
ALOJAMIENTO
Teniendo en cuenta todo lo que tenemos que ver en Vitoria, 1 día puede ser algo justo. Pero basta para hacerse una buena idea de lo que la capital vasca puede ofrecernos.
Os recomiendo que miréis la agenda de turismo, ya que Vitoria suele acoger muchos eventos de toda índole.